Como un dolor hermoso,
una espina de miel,
una gota de lluvia
en suelo seco.
Como una nube caprichosa
fugaz y atractiva
que nubló mis ojos
y me atrapó por siempre
en su sombra de primavera.
Laura, tan terrenal,
tan mística,
tierna,
ratoncito silvestre
que anida en la cueva
de mi corazón.
Angelito, ahora sé lo que te sucede, al venir aquí lo recordé de inmediato. Perdona mi egoísmo, descuido o como quieras llamarlo, sólo quiero decirte que aunque no lo haya recordado el día exacto, siempre estoy contigo, en las buenas y en las malas, de corazón, porque me nace, porque te quiero mucho. Espero que mañana estés muy bien. Te abrazo fuerte mi querido Danvi. Nunca olvides que me tienes a tu lado, aun en la distancia.
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