viernes, 31 de diciembre de 2010

EL SINO DE LAS FLORES


Las flores melosas al aire,
invaden con su aroma los suspiros
que en el aire llevan las esencias del amor.

¡Qué bellos sus vaivenes!
que el viento, acariciándolas
agita sus corolas graciosamente.

Son felices, las flores
pues la felicidad consiste
en hacer feliz a los mortales de la Tierra.

martes, 28 de diciembre de 2010

¡AY SEÑORA, MI VECINA!


Nicolás Guillén (Cuba, 1902 - 1989)


¡Ay, señora mi vecina,
se me murió la gallina!

Con su cresta colorada,
y el traje amarillo entero,
ya no la veré atareada,
paseando en el gallinero,
pues, señora mi vecina,
se me murió la gallina,
domingo de madrugada;
sí, señora mi vecina,
domingo de madrugada.

¡Míreme usted cómo sudo,
con el corral enlutado y
el gallo viudo!
¡Míreme usted cómo lloro,
con el pecho destrozado,
y el gallo a coro!

¡Ay, señora, mi vecina;
cómo no voy a llorar
si se murió mi gallina!

jueves, 2 de diciembre de 2010

MARICRUZ

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I
Debes irte ahora, toma lo que crees durará;
Tóma rápido, lo que sea que quieras conservar.
Tu huérfano está allá con su armazón,
Llorando como el fuego en el sol.
Mira a los santos del cielo azul,
Y todo se acabó, Maricruz.

II
La autopista es pa' locos, bien haz de saber;
Toma lo que juntaste si es por tu bien.
El pintor sin manos de tus calles
Pinta en tu mejilla locos detalles.
El circo irá hasta donde estés tú,
Y todo se acabó, Maricruz.

III
Tus marinos mareados, reman hacia atrás;
Tus armadas de renos, quieren regresar;
Romeo, que sólo tocó a tu puerta,
Se llevó sus cobijas pa' otra fiesta.
La alfombra, también, se mueve bajo tu tul,
Y todo se acabó, Maricruz.

IV
Tu gato ha muerto en tu calle, deberías saber;
Tu payaso no halla la clave para entretener.
Y el que llevaba flores al panteón
Cuenta y llora a la luna su perdición.
El suelo nos reclamará en ataúd;
Y todo se acabó, Maricruz.




V

Tú que solías salir a la calle a gritar
Oliendo el suave perfume de tu futil libertad,
No advertiste que un día se te iría,
Que su tenue aroma partiría.
Hoy incluso de ti se oculta el sol,
Y todo se acabó, Maricruz.

VI
Las sombras de tu iglesia se alejan de ti,
Tus mascotas lisiadas prefieren morir.
El lascivo que un día te flirteaba
Ya ni te dirige la mirada;
Dicen que tu ganado se perdió,
Y todo se acabó, Maricruz.

VII
Y hoy que tus muñecas la espalda te dan
Y tu tumor benigno patadas te da;
Ya no eres más la nena y su tambor,
De tus campos sin fruto, ¿qué quedó?
Cupido escupe en las cenizas de tu amor;
Y todo se acabó, Maricruz.





VIII
Deja el rosario atrás, algo te ha de llamar;
Los muertos que dejaste, no te seguirán.
El pordiosero que golpeaba a tu puerta
Se viste lo que usabas despierta.
Prende ya otra vela, clava tu cruz,
Y todo se acabó, Maricruz.