miércoles, 21 de abril de 2010

LA TORMENTA QUE NO CESA



¡Oh, flor ajada por el tiempo!,
¡Ay, hojita errante en el viento,
que dejas sin alimento
este cuerpo sin ti,
este vacío de mí.

Feliz a los diecisiete,
que el destino, tan hiriente
te dejó sin el oriente
del horizonte del destino;
que nos envía al olvido.

Y los helados suspiros de los zéfiros
murmurando tu nombre entre las piedras
mueren en las cumbres tormentosas,
entregando el perfume de las rosas.

Roca envuelta en la niebla,
El viento en ti se queja;
El misterio del mar gris es tu destino
Tu aroma es el olor del camino.

Corta las mañanas
Segador de pinos,
El monstruo en ti es color amarillo
La aurora es del color de tu sino.

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