viernes, 25 de diciembre de 2009

EL CALLADO DOLOR DE NO TENERTE

Espérame en donde se termina el mundo
y el frío destino no pueda lastimarte,
donde el sol asoma apenas para verte mudo,
donde el viento ansioso pueda acariciarte.

Allá donde las olas besen tus pies,
y la arena triste acompañe la melancolía;
allá donde quiera que tú estés,
donde quiera que esperes por nuestra alegría.

Donde la muerte y la vida pierdan sentido
y pueda al fin tomarte en mis brazos,
para dar sepultura al extenso hastío
que terminará al llegar mi ocaso.

Allí donde tomaremos nuestras manos
para dale acogida a nuestra dicha,
sin dar tregua a aspavientos vanos
que interrumpan con torpeza nuestra vida.

Espérame, es lo único que pido,
a la orilla del mar helado y yerto,
dejaré este suelo resentido
que se quede con mi cuerpo muerto.

Escucho el viento, son tus suspiros
que vienen en oleadas desde el mar,
mi corazón se estremece en escalofríos
del recuerdo de tu tierno mirar.

Me tiendo absorto en mis anhelos por verte
y pienso en ti en las frías madrugadas
y ansío con frenesí la muerte
que me lleve donde estés, dulce amada.

1 comentario: