jueves, 31 de diciembre de 2009

ESTRELLA FUGAZ

Vi una estrella fugaz esta noche
y pensé en ti;
cerré los ojos y soñé tu voz
triste y apagada, abandonando su existir;
tu risa de mujer, tu aroma
el perfume que nunca olí.
Vi una estrella fugaz esta noche
y pensé en ti.

Vi una estrella fugaz esta noche,
y pensé en mí.
Tu rostro adolescente dolía recordar
que ya no estaba más ahí.
Cuesta tanto ser feliz sin ti que
quisiera mejor morir.
Vi una estrella fugaz esta noche,
y pensé en ti.

Vi una estrella fugaz esta noche
Y empecé a oír
campanas del pueblo a medianoche
solas sin ilusión.
Yo te buscaba en las nubes pero
tú huías de mí.
Necesito de ti.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

MENSAJE A LAURA


Duerme
Allá donde el dolor no exista ,
donde descanses tranquila en tu lecho,
donde los ángeles de nieve te vistan,
donde el silencio dé calma a tu pecho.
+++
Allá esperando que mi muerte sea
bendición que cure por siempre mi herida,
y que Él me permita el volver a verte,
renacer y darnos una nueva vida.
+++
Ya no llores más, ángel de mi guarda;
dijiste "Nos veremos", no dijiste "Adiós",
yo estaré tranquilo, miel de mi alma,
yo reiré contigo, charlaré con vos.
+++
Ya no habrá tormentos, ya no habrá desdicha,
sólo la certeza de volver a verte,
no me importa nada que no sea tu dicha
y ser yo dichoso de poder tenerte.
+++
Has dejado estela de pena fugitiva,
pronto tu recuerdo será solo de amor,
estrellita fugaz, costillita altiva,
esmalde de mis ojos, leche con arroz.
+++
Yo aguardo paciente aquel dulce instante
que Dios me reúna por siempre contigo,
seré hombre bueno, seré muy valiente
y será tu recuerdo mi único abrigo
+++
contra la tormenta que ya se avecina,
contra el loco mundo que gira, convulso.
Ya no tengo miedo, ya no hay medicina
más fuerte que tú, que riges mi pulso.
+++
Y no me despido porque estás conmigo;
más pronto que tarde tomaré tu mano,
oleré tu aroma y mi pecho herido
será tu almohada, serás tú mi amparo.
+++
Tu Daniel

lunes, 28 de diciembre de 2009

NUESTRO DOLOR

Cuatro años de conciencia infantil,
dos centímetros de cercanía al cielo,
siete mil kilómetros desviados de París,
cuatro meses de pensamientos que evocan sueños.

Tres canales, que más no existen,
un océano que habrá que navegar,
sierra madre, cordillera andina,
mezcla de aromas al cielo alcanzar.

Mina alta, blanca como nieve
que se respira de un lago sin sal,
que en mi alma se anida y se vierte
en los valles del amor de cristal.

Eres niña, eres mujer, eres fruta
prohibída por un dios incomprensible,
que sin explicación te desvió de mi ruta,
y hoy disfruta viéndome triste.

Mas le diría que poseo algo que no es suyo,
y que siendo tuyos están tan lejos,
que estando lejos hoy son tan tuyos,
que son mis suspiros, rotos espejos.

Tu Daniel

viernes, 25 de diciembre de 2009

EL CALLADO DOLOR DE NO TENERTE

Espérame en donde se termina el mundo
y el frío destino no pueda lastimarte,
donde el sol asoma apenas para verte mudo,
donde el viento ansioso pueda acariciarte.

Allá donde las olas besen tus pies,
y la arena triste acompañe la melancolía;
allá donde quiera que tú estés,
donde quiera que esperes por nuestra alegría.

Donde la muerte y la vida pierdan sentido
y pueda al fin tomarte en mis brazos,
para dar sepultura al extenso hastío
que terminará al llegar mi ocaso.

Allí donde tomaremos nuestras manos
para dale acogida a nuestra dicha,
sin dar tregua a aspavientos vanos
que interrumpan con torpeza nuestra vida.

Espérame, es lo único que pido,
a la orilla del mar helado y yerto,
dejaré este suelo resentido
que se quede con mi cuerpo muerto.

Escucho el viento, son tus suspiros
que vienen en oleadas desde el mar,
mi corazón se estremece en escalofríos
del recuerdo de tu tierno mirar.

Me tiendo absorto en mis anhelos por verte
y pienso en ti en las frías madrugadas
y ansío con frenesí la muerte
que me lleve donde estés, dulce amada.

DESPUÉS DE LA TORMENTA



Cuando estemos juntos
tendremos un jardín de múltiples colores,
perfumado y coloreado por las flores,
flores de distintos olores.

En tu pelo llevarás una de ellas
que al viento agregará
el perfume del campo silvestre.
Morando en mis sueños,
duermevela.

En ellos caminamos alegres,
como dos almas que se funden
alegres de su existencia.

¡Cuidado con esa flor,
tiene espinas!
És auténtica,
tomémosla con cuidado.

El arroyo murmurando nuestros secretos
en espejismos que reflejan el cielo
y las caprichosas formas de las nubes.

Nos sentaremos tomados de la mano
sin decir palabra,
viéndonos y ocultando nuestras risas
y en serena mirada entraré en tus ojos
como un ratoncito campestre a su madriguera.

Duermevela
El Sol nos descubrirá en obsceno abrazo
y sentirá la envidia que nosotros desconocemos.

Sus rayos ávidos besarán tu frente
y bendecirán tus labios,
labios ocupados por mi boca.

Allá en el horizonte patagónico
donde nace el sol cada noviembre
para florecer las plantas silvestres,
tú, pastorcita de mis flores,
caerás despacio sobre la hierba...

Duermevela...

Convulso instante...

Tu vientre tiembla,
mi corazón palpita como potro desbocado,
la sangre se agolpa,
nuestras rodillas se doblan.

El deseo desbordará nuestros cuerpos
que tras muchos años podrán el fin tocarse
y mi simiente encontrará
el más tibio y dulce lugar para la vida.

¡Dios, qué tarde es!
¡Hemos caído tan bajo!

Nuestra felicidad es escandalosa,
y espanta a Dios mismo.
Pero él nos sonreirá,
seremos sus hijos consentidos.

Mi Laura, el Sol nos abandona,
la Luna al atro lado asoma
despidiéndose de él,
platicándole sobre tu aroma.
El cielo se nubla,
amenaza con bañarnos
con las lágrimas divinas
de nuestro paraíso.

Duermevela...

Hemos regresado a tu cabaña
en las faldas del volcán,
a beber mate.

jueves, 24 de diciembre de 2009

FIN DEL ESTÍO EN EL BOSQUE




Cuando la niña corre en la hierba tras burbujas de colores
a la orilla del lago manso de melancólico recogimiento,
escoltada por mariposas, revoloteantes flores,
desciende por la montaña, helado viento.

La nena se detiene, con tembloroso semblante,
y emprende loca carrera por la colina, aún verde,
atravesando el bosque como torbellino infante,
como conejito que en su cueva se pierde.

Llega a la cabaña, se arroja a unos brazos tibios
que le abrazan y tienden un trocito de chocolate
y un angelical suspiro de la niña de rubios rizos
se desvanece para beber a sorbitos,
de un porongo, dulce mate.

AMOR FUGITIVO


Espinita de amor,
florecita sin dueño,
dueña, toda de mí,
ninfa, de mis sueños.

Amor que duele,
dulce mentira,
flor silvestre,
luz de mi vida.

Tuyo soy,
tuyo quero ser,
sin ti ¿qué seré?,
sin ti, moriré.

Mariposita
nenita alegre,
nunca me pidas
que en ti no sueñe.

Miel con leche,
mate caliente,
manjar de mi alma
beso en la frente.

LA ESPINA DEL AMOR


Si el amor es fuego helado,
si es felicidad encarcelada,
si es dolor que no da cuidado,
si es herida abandonada;
no lo combatiré con mi querella,
que lo críe o que lo mate,
que lo cuide o que lo olvide
sólo ella.

SOÑANDO A LAURA


En mis sueños he poblado
de amor perenne tu vientre,
prolongango nuestra sangre
sangre nueva para siempre.


Pajarito de los bosques
en tu nido, evocaré los olores
y en mi pecho en guerra perpetua
alojaré tus dolores.


Mi hermana de alta mirada
de ojos verdes, mirada tierna
mi mujer de amor y carne
de vida y pena eterna.


Tus pechos guardan tibios;
eres mi luz, mi vino, mi herida,
de mi jardín, hermoso lirio,
de mi corazón, pierna hundida.


Cristal delicado, florecita silvestre
temo tu cuerpo, que te traiciona,
temo a ese Dios que me niega tenerte
a mi costado, que te ambiciona.


Eres espejo de mi carne,
mi alma sustentas,
tus venas son mías,
mi aire alimentas.


No, no saco aún el pañuelo,
todavía es temprano,
aún sufriremos mi amor
tomados de la mano.


Si el amor imposible,
es el verdadero
no terminaré de decirte:
"¡Te quiero, te quiero!"