domingo, 18 de diciembre de 2011

SAFO



Mañana, el amanecer vendrá con viento helado
y me murmurará en céfiros
que ella viene como la he dibujado,
descalza y serena,
de pie, fuera de mi ventana,
en un velo de algodón, frágil y suave.
Ella se verá en mí con sus brazos extendidos,
que ofrece un puñado de pájaros
y una taza pequeña de luz.