domingo, 11 de julio de 2010

EL ACORAZADO


"No hay nadie allá arriba"
dijo el asaltante al juez,
Hay demasiada confusión tranquila
de tiempo el mundo es.
El horizonte está despejado
ahora podemos salir
"No hay lugar para sentarse,
y no hay lugar a dónde ir".

"No hay razón para alegrarse"
dijo el secuestrador, amable
"Hay muchos entre nosotros
que preferirían tener hambre".
"Hay muchos que creemos
-añadío un viejo veinteañero-,
que la vida es sólo una broma
lo dijo el viento llanero.

Ya el hombre de negocios
está vendiendo su pan
las señoras gordas con abanico
ven autos que vienen y van.
Los curas en las iglesias
su sermón dan al vacío,
el eco resuena en la cúpula
y se apodera su hastío.

Businessman, véndeme eternidad;
el cavador saquea la Tierra,
el catecismo de la niña;
un pez fuma mientras entierra.
"Muerte al monstruo de mil cabezas
-dijo el hermitaño azorado-
la virtud y el pecado de la mano
destrozan un acorazado."

Allá tras el horizonte,
el Prestige, gime herido
presagiando su final
se hunde en estridente gemido.
"Pobre capitán -dijo un lisiado-
borracho, andrajoso y yerto,
su mente es un carnaval
que pasea en el Mar Muerto.

Escupiendo por el camino
el vaquero sigue la vereda
sin prisa cruza el bosque de pino,
sin tener a quien le espera.
Allá en la distancia el viento sopla y
dos jinetes vienen hacia acá
colándose entre las piedras
el viento empieza a aullar.

1 comentario:

  1. siempre habra alguen que lea tus poemas y que admire tu talento tu sensibilidad

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