lunes, 22 de marzo de 2010

ETERNUM DEUM



Nieve en los caminos, con hambres de ayer
Y el Monte Olimpo desgastando gemidos que gargantas secan.
Suaves vientos soplando en el llano,
Y las ovejas triscando apacibles las hierbas que las sustentan.
Perros, ladrando al oscurecer,
Mientras el sol se hunde en el horizonte
¿Qué más podrías perder?

Gran ojo, somos tu auditorio y teatro,
El lobo ocultó al cordero hace un rato…
Sí, otro más ya murió.

Tú caminaste en las aguas, tenías dos serpientes
Te arrojaste al fuego y hablaste en el monte.
Cielos ocres se ven desde el sur,
Y los vencejos diluyen el diáfano sol de tus cumbres.
Con lumbre, solo, en tu obra eres tu majestad,
Pero el ser terrenal, ¿acaso te ha hecho algún mal?

Oh, gran ojo, somos tus cautivos
Titiritero de nuestros destinos
Peregrinos, arrollados con tu merced.

Silbando en el monte, meditas el azar,
Los monstruos marinos hace tiempo se extinguieron;
Presas de la furia del mar, se entregaron a reproducirse.
Oídos, ¿cuántos pudieron escuchar?
Los ojos de aquellos que lo vieron todo
nada pudieron registrar.

¡Oh, señor, del país de nunca jamás!
Ellos, no volvieron a gritar…
¡Oh, gran señor!, no cruzaron el umbral.

Los necios mercaderes, con venias de azahar
Medrando en el álgido globo
Tus hijos se arrastran tras el fantasma de la libertad.
El Prestige reposará en su la profundidad oscura.
Tirado en el césped, viendo una mosca pasar,
Viéndolos reptar por el escaso metal,
Tú te ríes de los ladrones.

Jugador, titiritero que que trabajas en tabernas
Llevas rodando el prestigio en una calle eterna
No, tú no aceptas discut


Ah, y el pobre y el rico, siguen corriendo
Están en un gusano sin fin.
Cuando tu hija murió
Nada más quedará de su huella…
Y el Vino y el pan repartiste con tus amigos
Pero el amanecer, no lo veré yo sin ella.

Volcanes, terremotos,
Asesinatos, envidias, complots;
Y a ti todo te da igual.
Nuestro Sol, calentando, el mar y la tierra
Y los hijos de la tierra para vivir, engañándose mutuamente.
Planeando el mañana que nunca jamás llegará.
La justicia terrenal ¡qué divertido chiste!

Ente de la barba singular, hiciste a tus criaturas a tu semejanza,
No sabes llorar, tus planes bizarros derrumban con toda criatura.
¡Oh, gran Señor!, ¿cuál es tu plan principal?
¡Oh, gran Señor! No das explicación alguna.

1 comentario:

  1. Tu desahogo por que no da la cara Dios para preguntarle ¿ por que ?

    ResponderEliminar